El Faena Hotel situado en Puerto Madero, el barrio más nuevo de la ciudad de Buenos Aires, lleva el apellido de Alan, quien ideó este formidable proyecto prácticamente sin capital, pero como era una idea genial, pudo encontrar al poco tiempo la fuente de financiamiento para su realización.
Anteriormente este gran creativo diseñaba ropa, y su marca, Via Vai, obtuvo rápidamente prestigio internacional, siendo este su primer paso en el mundo de los negocios, y afortunadamente, en un año muy complicado como fue 2001, tuvo visión de futuro para jugarse con un ambicioso proyecto en una zona de la ciudad que al menos hasta ese momento tenía un futuro incierto.
Otro caso para ponderar es el de Eduardo Constantini quien construyó el Museo de Arte Latinoamericano (MALBA), lugar donde se exhiben diversas obras de arte, las que todos podemos ver cuando lo deseemos, en un ambiente sumamente confortable y a pocos minutos del microcentro porteño.
Empresarios como estos son los que necesita el país, que se juegan por un ideal, dejándole a la ciudad un legado de incalculable valor para deleite de nosotros, los ciudadanos.
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