Una perversa rutina

Es realmente sorprendente que la Sra. Presidenta por un lado solicite la liberación de Íngrid Betancourt, privada injustamente de su libertad en 2001 por las FARC y, paralelamente mantenga vínculos tan estrechos con la agrupación liderada por Hebe de Bonaffini, la cual ha brindado su explícito apoyo a la organización narcoterrorista mencionada.

El día de ayer en el programa de Radio América "Sin Saco y Sin Corbata", su conductor, el excelente periodista Claudio Chiaruttini, expresó que a la universidad perteneciente a las Madres de Plaza de Mayo, fueron invitados días atrás a dar una conferencia, precisamente integrantes de la banda de criminales que mantiene secuestrada a Íngrid, lo mismo que a centenares de personas en condiciones infrahumanas en medio de la selva colombiana.


La dualidad de criterio del oficialismo implica una hipocresía abominable, al ser imposible creerle a un gobierno que hace del doble discurso una perversa rutina.