Es realmente sorprendente que la Sra. Presidenta por un lado solicite la liberación de Íngrid Betancourt, privada injustamente de su libertad en 2001 por las FARC y, paralelamente mantenga vínculos tan estrechos con la agrupación liderada por Hebe de Bonaffini, la cual ha brindado su explícito apoyo a la organización narcoterrorista mencionada.
La dualidad de criterio del oficialismo implica una hipocresía abominable, al ser imposible creerle a un gobierno que hace del doble discurso una perversa rutina.
2 comments:
Excelente reflexión. Creo que el "principio de coherencia" solicitado por la Sra Presidencia, lo ha olvidado en su mesa de luz!
Saludos
Ironicamente real, lo extraño y positivo sería el comportamiento inverso.
Un Abrazo
Marcial
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