El psicoanálisis ha demostrado a lo largo de los años ser una técnica idónea para los pacientes al facilitarles conocerse a sí mismos, y en muchos casos superar conflictos profundos que no les permitían tener una vida plena, alcanzando una mayor interacción en el contexto social potenciando las naturales aptitudes para el desarrollo personal, laboral, familiar etc.
Es innegable que ninguna técnica terapéutica es útil para todos los casos, adolecen de limitaciones, y el psicoanálisis no escapa a las generales de la ley, siendo función del profesional tratante determinar cómo debe ser el abordaje terapéutico, estando confirmado el hecho cierto que a nivel biológico en las afecciones psíquicas se producen modificaciones en determinadas sustancias llamadas neurotransmisores, las que ejercen un rol destacado en los estados de ánimo.
Han habido muchos pacientes que tras largos años de diván y desesperanzados con su vida, al ser tratados de manera integral por uno o más especialistas y recibiendo la medicación adecuada, en pocas semanas presentaron una respuesta impensada tiempo atrás, confirmando que una visión abarcativa siempre es más ventajosa que ceñirse a un dogma, sin dejar de lado que el individuo es de una complejidad tal que no se lo puede considerar desde un solo punto de vista, sino como un ser único e irrepetible, siendo el psicoanálisis útil en algunos casos y no en otros, y el especialista sea éste psiquiatra o psicólogo debe tener el suficiente rigor científico para proporcionarle al paciente la alternativa más adecuada a sus requerimientos terapéuticos.
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