La decisión del ministerio de economía brasileño de eliminar el impuesto a la renta para las inversiones extranjeras, es un acierto importante de la administración de aquel país, puesto que indudablemente aumentarán las inversiones, creando más mano de obra, acentuando la competencia entre los diversos ofertantes de bienes y servicios, con el consiguiente aumento de las exportaciones y una disminución en el nivel de la pobreza en un país muy castigado en este aspecto.
Esta medida, a mi entender muy acertada, también debiera aadoptarse en Argentina, y los beneficios que obtendríamos serían similares a los anteriormente mencionados. Pero para ello hay que dejar de gobernar con ideologismos, y adoptar posturas pragmáticas, que son las que a la postre permitirán que nuestro país alcance un desarrollo sustentable.
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