
La carne vacuna producida en Argentina tiene características que la diferencian de las producidas en el hemisferio norte.
En nuestras pampas las vacas pastan libremente, no permanecen fijas en un sitio, se desplazan continuamente y esto les permite desarrollar mayor tejido magro y lo más importante de todo es que sus niveles de lípidos son menores que los que presentan sus competidores.
Ha sido demostrado que el ganado que se desarrolla en su hábitat natural tiene altas tasas de ácido linoleico conjugado, siendo este utilizado por la industria farmacéutica para enriquecer determinados alimentos con el propósito de otorgarles mayores cualidades nutricionales, habiendo en el mercado leches adicionadas con esta sustancia. El estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a determinado que el estilo de crianza de las reses determina la concentración de este elemento, y que el componente es menor en el caso de los animales criados en corrales.
Por último, el colesterol es elaborado por el organismo y una dieta alta en grasas saturadas puede llegar elevarlo a niveles perjudiciales para la salud, por eso es importante que una vez al año todas las personas, sobre todo aquellas que tienen uno o más factores de riesgo como pueden ser la obesidad, hipertensión arterial, sedentarismo, diabetes o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, controle su perfil sanguíneo y siga las indicaciones de su médico y de esta manera podrá vivir muchos años saludablemente.
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