El nefasto eje chavista

El eje chavista está demostrando crudamente su inviabilidad para darle respuestas a la población, particularmente en países como Ecuador y Bolivia, con el agravante en este último de que al frente del ejecutivo se halla un hombre que no tiene la más mínima capacidad para desempeñarse en su cargo y, al pretender emular al caraqueño ha colocado a su país al borde de una guerra civil, a partir de la sanción de los legisladores que a el responden, de una constitución carente de principios republicanos permitiéndole ser reelegido de manera indefinida.

La situación en Ecuador es parecida aunque no tan grave, al menos por ahora, pero un dato muy negativo acerca del futuro de aquel país es el cierre por parte de su presidente de una institución vital de la democracia como es el parlamento, y el intento de enmiendas constitucionales con el objeto de saciar apetitos personales pasando la población a un segundo plano en en el cual se convierte en en un simple número a la hora de votar, para darle poder a quien de una u otra manera inexorablemente terminará perjudicándolos.

Los dos países mencionados cuentan con respetables recursos en hidrocarburos, pero con la política aplicada, ningún inversor va a arriesgar su capital por la probabilidad cierta de que los contratos no sean respetados, en pos de un absurdo y funesto nacionalismo generador de odios y pobreza en naciones que desde tiempos lejanos padecen gravísimos problemas por la inestabilidad permanente en que han vivido.

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