Esta es una realidad insoslayable que el periodismo, salvo honrosas excepciones, decide no tratar como corresponde al depender de la pauta publicitaria oficial y someterse a los designios de los funcionarios de turno, con tal de no perder el financiamiento que sale de los bolsillos de los contribuyentes. Quienes así proceden son unos verdaderos farsantes y, si les gustan tanto los sobres, por lo menos tengan espalda para tolerar las críticas.
Abuelos, somos muchos los que nunca nos olvidamos de ustedes, de lo contrario seríamos unos ingratos, por el inmenso amor que nos brindaron cuando éramos niños, incluso ahora que somos adultos.
5 comments:
Y cuando seamos abuelos, tampoco nos olvidemos de nuestros abuelos, por que sería olvidarnos de nosotros mismos, y si eso pasa, no sabríamos que somos abuelos, ergo, jamás reclamaríamos a esos impíos lo que nos corresponde mediante una justa y digna sedición.
No siempre es así, Charlicar.
No en todos los casos nuestros abuelos son estafados por el Estado.
El abuelo de mi amigo el Tingui, sin ir más lejos porque ando sin monedas, fue el cerebro de una importante estafa en contra del Estado. Todavía lo están buscando...
UAP, Cusifái
A veces, confieso, me da miedo pensar en llegar a ser "abuela" en todo els entido de la palabra.
¿Podremos sobrevivir la vejez?
un abrazo!
Es que los viejos son invisibles. No los registra nadie, por eso pueden hacer lo que quieren con ellos.
Charly...siempre he sentido mucho dolor con las injusticias que se cometen con los mayores. Sucede que a veces son abandonados hasta por sus hijos y de paso dependen de miseras pensiones del estado. Recibe mi cariño.
Besos.
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