Si bien es comprensible que la figura del presidente norteamericano produzca en muchas personas un fuerte rechazo, por las políticas que viene implementando desde que ejerce la primera magistratura del país del norte, la postura adoptada por el sindicato que nuclea a los docentes de la provincia de Buenos Aires, con motivo de la llegada a la Argentina de los jefes de estado de los países del continente, para la reunión que sostendrán en la ciudad de Mar del Plata, y por el hecho de encontrarse entre los visitantes George W. Bush, hayan decidido la realización de un cese de actividades para repudiar dicha presencia, es un hecho muy lamentable, porque una vez más los dirigentes de ese sindicato están perjudicando a los alumnos, quienes son ajenos a los hechos que dicen repudiar, hipotecando el futuro de nuestra nación al no brindarles a los niños la cantidad adecuada de días de clases.
La comunidad toda debería llamar la atención a esos gremialistas que anteponen los intereses personales por encima de los nacionales, puesto que una sociedad educada no permitiría que esos individuos utilicen a los niños para extorsionar a los mayores, al margen de las legítimas reivindicaciones salariales por las cuales bregan y que lamentablemente todavía no han obtenido.
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