La constitución del año 1853 fue entre otras cosas lo que le permitió a la Argentina ocupar un lugar destacado en el concierto de las naciones, puesto que determinaba claramente los derechos y obligaciones de los habitantes, y garantizaba el principio de igualdad ante la ley y la inviolabilidad de la propiedad privada. Era una constitución liberal porque respetaba de manera irrestricta los proyectos de vida de todos, siempre y cuando no nos apartamos de la ley ni de él espíritu de la carta magna, ni se contrapusieran con los del prójimo.
La constitución de 1994 fue un lamentable retroceso en múltiples aspectos. Lo del tercer senador por provincia, fue funcional al mantenimiento de la hegemonía de los dos partidos políticos mayoritarios, puesto que en algunas para obtener mayoría y minoría al mismo tiempo se presentan divididos, logrando una representación nada proporcional.
En cuanto a las atribuciones al poder ejecutivo, las otorgadas son excesivas, y permite que sean utilizadas de manera abusiva con el lógico beneficio para cierta dirigencia, y el perjuicio para el resto de la ciudadanía.
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