Estado de inseguridad

Mariano Obarrio es un periodista radial al que escucho frecuentemente, y su esposa Laura Serra escribe excelentes columnas en el diario La Nación, ambos tienen un pequeño hijo y esperan otro para los próximos meses. Un par de días atrás en su casa situada en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, en horas del mediodía ingresaron delincuentes que tras amenazar de muerte a la familia y a la muchacha que realiza las tareas domésticas, robaron diversos bienes que allí se encontraban, previamente ataron al matrimonio y al niño a la cama y encerraron en un baño a la empleada.

Lamentablemente casos como éste ocurren cada vez con mayor frecuencia, y la gente se siente en un estado de completa indefensión, porque esos marginales no vacilan en matar a quien sea, por el motivo que se les ocurra. Estos casos pueden dejar secuelas en el estado de ánimo de la víctima, produciendo una afección que está siendo cada vez más estudiada por la medicina, como es el trastorno por estrés post traumático, cuyo tratamiento suele requerir de un abordaje múltidisciplinario.

Recuerdo que tiempo atrás la gente cuando era asaltada decía qué lástima, me robaron todo el dinero que tenía, ahora dicen, menos mal que no me mataron. Esto significa que la sociedad lentamente se está acostumbrando a lo que no se debería acostumbra nunca, que es a convivir con el delito, y que las autoridades no hagan lo suficiente para revertir este estado de inseguridad creciente.