Ferrari 348
La velocidad máxima en algunas autopistas de nuestro país es de 130 km por hora, en otras es de 100, pero como hay automóviles que pueden llegar hasta los 300, muchos conductores aprovechan al máximo la potencia de sus motores para llegar antes al lugar de destino, el problema que está sucediendo últimamente, es que esos amantes de la velocidad suelen no llegar nunca, terminando estrellados contra otros vehículos ocasionando tragedias como las que solemos ver cada vez con mayor frecuencia, ya que Argentina es el país que más accidentes de tránsito tiene en el mundo.
La cultura de la transgresión ha sido nefasta, y el ejemplo viene desde las más altas esferas oficiales, desde el momento en que un ex presidente cuando ejercía su cargo se jactaba de haber llegado a la ciudad de Mar del plata, que se encuentra a 400 km de Buenos Aires, en alrededor de 2 horas, manejando una Ferrari que le habían obsequiado, superando ampliamente el límite de velocidad, sin haber sido multado por semejante exceso agravado por el alto cargo que ocupaba.
Lo positivo es que se está tomando conciencia de lo inadmisible de esta situación, por lo tanto se han implementado una serie de medidas que deberían dar resultados en el corto plazo, si es que quienes deben hacerlas cumplir están a la altura de las circunstancias y así poder prevenir que tanta gente emprenda un viaje sin retorno.
En Alemania existen autopistas en las cuales no hay límite máximo de velocidad, pero en caso de accidente el seguro al conductor no le brinda ningún tipo de cobertura, debe hacerse cargo por los daños ocasionados, además allí se maneja con un altísimo respeto por el prójimo, y el que comete una infracción es severamente sancionado, como no podía ser otra manera en un país organizado.
La cultura de la transgresión ha sido nefasta, y el ejemplo viene desde las más altas esferas oficiales, desde el momento en que un ex presidente cuando ejercía su cargo se jactaba de haber llegado a la ciudad de Mar del plata, que se encuentra a 400 km de Buenos Aires, en alrededor de 2 horas, manejando una Ferrari que le habían obsequiado, superando ampliamente el límite de velocidad, sin haber sido multado por semejante exceso agravado por el alto cargo que ocupaba.
Lo positivo es que se está tomando conciencia de lo inadmisible de esta situación, por lo tanto se han implementado una serie de medidas que deberían dar resultados en el corto plazo, si es que quienes deben hacerlas cumplir están a la altura de las circunstancias y así poder prevenir que tanta gente emprenda un viaje sin retorno.
En Alemania existen autopistas en las cuales no hay límite máximo de velocidad, pero en caso de accidente el seguro al conductor no le brinda ningún tipo de cobertura, debe hacerse cargo por los daños ocasionados, además allí se maneja con un altísimo respeto por el prójimo, y el que comete una infracción es severamente sancionado, como no podía ser otra manera en un país organizado.
3 comments:
Amigo... con mucho respeto, las veces que he estado en tu país he confirmado que manejan pésimo!!! Creo que el problemano son las velocidades máximas que desarrollen los autos... La falla está entre el asiento y el volante!
Un abrazo
Charly...en mi país también sucede lo mismo y como dice Marcel el problema es de la insconciencia del que va al volante.
Besos.
Marcel, siempre me encuentro más seguro en un avión que en un automóvil.
Un abrazo!
Daniela, al conducir en forma temeraria se le falta el respeto al prógimo, además de poner en peligro su vida.
Besos!
Post a Comment