Luchemos contra la injusticia

En el año 1915 comenzó el genocidio del pueblo armenio, si en ese momento la comunidad internacional se hubiese solidarizado con ese pueblo que estaba siendo exterminado, y también adoptado una postura de total firmeza para ponerle freno a esa atrocidad, muy probablemente años más tarde el holocausto sufrido por el pueblo judío no se hubiese producido, porque nadie estaría dispuesto a exponerse a sufrir la condena de toda la humanidad por la reiteración de crímenes tan aberrantes, además la opinión pública mundial, hubiese avalado la creación de una fuerza multinacional de paz para prevenir la ejecución de tales hechos.
Todas estas tragedias nos tienen que dejar como experiencia, de que debemos oponernos a todo tipo de injusticia, se produzca contra quien sea, con independencia de su raza, religión, ideología y nacionalidad.