En ciertos locales bailables se ha llegado al extremo de que en los baños no hay agua corriente para beber, y no es por una falla en las cañerías ni por ningún otro problema que tenga que ver con el proveedor de ese importante servicio público. Es algo más grave y demuestra el alto grado de insensibilidad que tienen los dueños de tales locales y la falta total de control por parte del estado, puesto que en esos lugares se consumen toda clase de drogas, en especial una derivada de las anfetaminas llamada éxtasis, la que provoca un singular estado de excitación en el individuo que las utiliza y paralelamente una severa deshidratación, que los obliga a consumir una gran cantidad de agua, por lo tanto ésta se vende a 8 pesos la botella, y para que el negocio sea más redituable no les proporcionan otra alternativa para paliar su sed. Es el momento de terminar con esos inescrupulosos que lucran con la salud de los chicos, haciendo que les caiga encima todo el peso de la ley, siendo inflexibles ante gente de semejante calaña, que directa o indirectamente están vinculados a una de las mayores calamidades de la actualidad, que es el narcotráfico.
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