Las afirmaciones del presidente de Francia en el día de ayer fueron de una contundencia inusitada, especialmente por tratarse de un hombre moderado, al advertir de que su país se reserva el derecho de la utilización de armas nucleares contra cualquier estado que lo ataque con medios "terroristas".
Considerando el incremento sostenido del precio del petróleo, lo que demuestra un aumento de la inestabilidad en el medio oriente, queda en claro de que la advertencia está dirigida a Irán, por la decisión de reanudar la construcción de una central atómica, y lo peligrosas que pueden ser las armas producidas con esta tecnología, en manos de un régimen fundamentalista, enemigo declarado de occidente que apoya decididamente al terrorismo internacional, y que pretende según las palabras de su máxima autoridad política, borrar del mapa a Israel.
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