Esta forma de manifestar la oposición a la construcción de dos plantas de celulosa, en la costa del río Uruguay, frente a la ciudad de Gualeguaychú, me parece muy interesante puesto que se llama la atención sin bloquear una ruta, que al ser nacional además de internacional, se está incurriendo en un delito federal. En este caso no se perjudica a nadie, y por la cara de alegría de varios jefes de estado, no hay ninguna duda de que se sintieron bastante reconfortados, y ni hablar del custodio que tan dulcemente la sujetaba.
Foto: La Nación
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