La justicia argentina solicitó la detención internacional de varios ex funcionarios del gobierno iraní, incluyendo a quien fuera su presidente, Hashemi Rafsanjani, cuando se produjo el atentado contra la Asociación de Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el año 1994, por considerarlos sus autores intelectuales. No teniendo explicación, que a pesar del tiempo transcurrido, todavía no haya sido encarcelado ninguno de los terroristas responsables de ese crimen, considerado como de lesa humanidad.
Un funcionario gubernamental que ocupa su cargo por motivos difíciles de comprender, se presentó en el día de ayer ante la embajada de la República Islámica de Irán, donde entregó una nota solidarizándose con aquel país y afirmando que la decisión de la justicia argentina era por presiones externas, provocando un conflicto de poderes puesto que ningún funcionario del poder ejecutivo puede involucrarse en los asuntos correspondientes a otro poder, en este caso el judicial. La última información hasta este momento sobre esa situación irregular, dice que a ese funcionario se le ha pedido la renuncia, la cual al menos oficialmente hasta ahora no se ha efectivaizado, queriendo creer que ese sujeto, ex piquetero devenido en funcionario, en unas pocas horas más dejará su cargo, el cual para ejercerlo no tiene la más mínima autoridad moral.
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