Para evitar una tragedia mayor

Según los entendidos, en un plazo que oscila entre cinco y diez años alguna de las organizaciones terroristas más radicalizadas dispondrá de armamento nuclear o bacteriológico, y estará dispuesto a utilizarlo contra cualquiera, esta expresión no es desatinada puesto que en esos grupos ultrafanáticos la irracionalidad llega a su máxima expresión, paradojalmente a partir de un cuidadoso adoctrinamiento desde que comienzan a dar sus primeros pasos en la vida, incluso muchos de ellos tienen estudios terciarios o universitarios, por lo tanto prevenir el accionar de estos sujetos es una tarea ciclópea, pero que inexorablemente por una cuestión de supervivencia los países democráticos tienen que aunar sus esfuerzos para la conformación de una red de inteligencia, que deberá contar con recursos excepcionales, al ser completamente atípica la amenaza que se cierne.

Esos psicópatas criminales, que no vacilan en inmolarse para acabar con la vida de gente indefensa y que no tiene ninguna responsabilidad por los graves problemas que sufre la humanidad, deben ser neutralizados atacándolos en todos los frentes. Es inadmisible que un estado teocrático como Irán, que amenaza con borrar de la faz de la tierra a varios países, desarrolle armamento nuclear. En este caso debería ser erradicada la idea de la acción unilateral, para frenar ese peligro incipiente, muy por el contrario las Naciones Unidas deberían establecer las correspondientes sanciones y como último recurso una operación militar a gran escala, contra todas las centrales nucleares del país persa. Indudablemente esto último sería una tragedia, pero se estaría evitando una tragedia aún mayor.