De las muchas películas que he visto en mi vida hay una cuyo final me conmovió enormemente y fue la primera de "El planeta de los simios", la cual fue filmada hace muchos años e interpretada por ese excelente actor que es Charlton Heston, en la que interpreta a un astronauta que es enviado al espacio en una misión que se puede catalogar como de rutina, y que después, por un inexplicable fenómeno físico aparece en otro planeta, en el cual la raza dominante son los simios y los humanos estaban reducidos a la esclavitud más cruel.
En ese planeta las adversidades que debe pasar Charlton son tan diversas como complejas, y al tomar conocimiento de la existencia de una zona vedada para todos, los simios dominantes y los humanos denominados simplemente y peyorativamente monitos por sus amos de abundante vello, decide transgredir esa férrea imposición llegando tras una larga marcha a ese enigmático lugar, y al verlo su cara se transfigura en una expresión de horror, y tapándosela grita un desesperado nooooo.
En ese instante el intrépido astronauta toma conciencia de que en realidad no se había dirigido a otro planeta, sino que había vuelto a la tierra tras haber sido un involuntario viajero en el tiempo, comprendiendo la triste realidad del mundo futuro por la proliferación de armamento nuclear y una guerra que terminó con casi todo lo conocido, salvo algo que a él le resultó familiar, que fue ver la Estatua de la Libertad hundida en una desértica playa, de lo que él había conocido como la ciudad de Nueva York.
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