El triunfo de la racionalidad

En las elecciones realizadas en Perú el día de ayer triunfó la racionalidad por sobre el fanatismo, puesto que el Etnocacerismo sustentado por Ollanta Humala, es una variante del sistema de segregación racial denominado Apartheid, que tanto daño le produjo a Sudáfrica .

La pretensión de Humala es la de incorporar al territorio de su país la totalidad de Bolivia, una parte importante de Chile y el noroeste de Argentina, teniendo como argumento que estos territorios antiguamente conformaron el Virreinato del Perú, contando con el apoyo expreso del primer mandatario de Venezuela, que no se caracteriza por ser un gobernante democrático y que está enfrascado en una carrera armamentista, vaya a saber con qué motivos y contra quien o quienes. Este individuo a pesar de los formidables ingresos que obtiene su país por la venta de petróleo no ha podido disminuir el nivel de pobreza de su gente, todo lo contrario, ésta ha aumentado, demostrando de manera inequívoca la obsolescencia de las políticas implementadas y su ineptitud como administrador, con el agravante de la injerencia que pretende tener en Latinoamérica a partir del manejo discrecional de su abultada chequera, la cual le permite comprar voluntades de grupos marginales que en algunos casos pretenden la toma del poder por medios violentos.

Se puede decir que en la región, al menos por ahora hay un problema menos, y que ésta ha sido la primer gran derrota política del autócrata y excéntrico presidente Hugo Chavez.