Esta costumbre de escribir

Escribir diariamente en este blog, y editar la fotografía acorde al tema tratado es una tarea que me resulta sumamente agradable. Al exponer mis ideas con absoluta sinceridad y sin faltarle el respeto a nadie, considerando que en la mayoría de los casos trato temas que son controvertidos, puedo generar rechazo en algunos y aceptación en otros, pero uno con su opinión no puede ofender a nadie, o digamos a casi nadie.

Solamente en una oportunidad anulé un comentario de otra persona, porque era un insulto a mi familia. Nunca censuraría una crítica que alguien me hiciese por mis expresiones por más errada que me pareciera, aunque debo reconocer que la gran mayoría de los comentarios que recibo son amigables. La situación es distinta cuando opino en otros blogs, en el de aquellos que se encuentran en los extremos del espectro ideológico, los que tienen por característica descalificar a todo aquel que disienta con ellos recurriendo a falsedades, ante la falta de argumentos para refutar la idea que pueda llegar exponer.

Reconozco que disentir e intercambiar opiniones me ha resultado muy positivo, incluso con aquellos que tenían posturas extremas e intentaban a uno sacarlo de sus casillas para que respondiese de la misma manera que ellos, y terminar desvirtuando todo intento de diálogo, pero creo no haberme apartado nunca de mi estilo, que podrá interpretarse en un sentido o en otro, pero al menos soy sincero no solamente con los demás, sino conmigo mismo también.