El boicot declarado por el gremio de Camioneros contra los supermercadistas chinos, además de absurdo, tiene un dejo de xenofobia, porque si bien hubo una seria agresión contra un miembro de ese gremio por parte de un individuo de aquella nacionalidad, es un hecho aislado y ya está interviniendo la justicia para que el caso sea esclarecido cuanto antes. Solamente en la Capital Federal son cuatro mil los locales de estas características pertenecientes a familias que llegaron a nuestro país hace unos años, en su gran mayoría de Taiwán, y que tienen el mismo derecho que el resto de los ciudadanos a comerciar sus productos, y por decisión de un sindicalista prepotente no solamente se perjudica al proveedor, sino también al consumidor, porque en muchos casos estos últimos no tienen en las cercanías de su domicilio otro lugar donde adquirir los productos de la canasta familiar. Sabiendo muy bien que cuando escasean los bienes, en este caso los de consumo masivo por el desabastecimiento que está comenzando a hacerse notar, los precios tienden a subir. Esto es algo elemental en economía, y llama la atención que aquellos que siempre dicen defender a los pobres, con sus actitudes destempladas terminan por perjudicarlos.
2 comments:
Se tiene que terminar con la xenofobia, estas personas trabajan de sol a sol, reconocer sus meritos y la ayuda que aportan a la economía.
Un abrazote.
La Constitución Nacional determina claramente de que todos somos iguales ante la ley, por lo tanto quien discrimina por cuestiones étnicas, religiosas, ideológicas o las que fuesen, está cometiendo un delito tipificado en el código penal.
Besos!
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