Una mañana después de haber aprobado el curso de piloto privado, llego al aeródromo, procedo a realizar la revisión externa del avión comprobando que todo se encontraba en perfectas condiciones, para posteriormente ingresar a la cabina, prender el motor y dirigirme hacia la cabecera de pista previo al cumplimiento de la lista de verificación, que si bien la conocía de memoria, siempre debe ser leída por cualquier paso que uno pudiera omitir y tener algún inconveniente, puesto que procediendo de manera correcta, la aviación es sin lugar a dudas el medio de transporte más seguro que existe. Estando en vuelo, en rumbo al lugar preestablecido, que no se encontraba a más de 100 km del punto de partida, disfruto del maravilloso paisaje con campos sembrados, ríos, lagunas y pequeños pueblos que se ven a la distancia. En el momento preciso ingreso al circuito de tránsito del aeródromo de destino, y en la recta final de la aproximación a muy poca altura, unos cuantos metros, pierdo de vista la pista, lo que me produjo una sensación de extrema preocupación, pero afortunadamente en cuestión de segundos vuelvo a verla, aterrizando normalmente. Lo que ocurrió fue que la pista era de césped y tenía una pendiente para permitir que en caso de lluvia el agua pudiese dispersarse rápidamente, y como tenía en ese momento poca experiencia de vuelo no me percaté de que esto era algo perfectamente normal.
Tras hacer firmar el libro de vuelo por la autoridad aeronáutica correspondiente y tomarme una coca cola, inicié el regreso pudiendo nuevamente disfrutar del colorido paisaje, que iba del verde de la pampa al azul del cielo, con nubes que parecían pequeñas ovejas que me seguían durante el recorrido.
1 comment:
No creo que haya sido X, estoy seguro que fue Seven, el es demaciado envidioso.
Miguelon(Eddie)
Post a Comment