Apagones de luz, cortes de gas, trenes ruinosos, escuelas sin el equipamiento básico para la enseñanza, radares de control de tráfico aéreo arcaicos, son sólo parte de las condiciones en que se encuentra la infraestructura de nuestro país. El gobierno erróneamente supone, al menos esa es la impresión que da, que con simples obras públicas obtendrá la solución, pero en realidad lo urgentemente necesario son inversiones multimillonarias en dólares, y sólo el sector privado es el único en condiciones de efectuarlas, el estado con ciento cincuenta millones de pesos por aquí, setenta por allá y la larga lista de anuncios de dudosa efectivización nunca podrá revertir esta calamitosa situación que tiende a agravarse con el tiempo, si no se establecen las bases para convertir en atractivo a nuestro país para las empresas más importantes, que son las que disponen del capital financiero y humano para los imprescindibles emprendimientos requeridos a fin de otorgarle a los habitantes servicios modernos y eficientes.
Con disparatadas regulaciones y una dialéctica hostil para con gran parte del empresariado, producto de un ideologismo absurdo y tratando de beneficiar siempre a un grupo de amigos del poder mediante subsidios, se condena a la gente a soportar situaciones como las vividas en los últimos tiempos por la obsolescencia del material utilizado en diversas actividades, ocasionando innumerables inconvenientes y estallidos de violencia aprovechados por los inescrupulosos de siempre, que utilizan el justificado descontento de los pasajeros, como lo ocurrido en una importante estación ferroviaria de la ciudad, para provocar disturbios ante la pasividad de la policía, no por decisión propia, sino del Ministerio del Interior que tiene entre sus atribuciones la de dirigir a las fuerzas de seguridad, humillándolos cuando les ordena el repliegue ante grupos de forajidos enmascarados que utilizan toda clase de elementos contundentes, y en algunos casos armas de fuego de fabricación casera.
En qué país del mundo se ve que la policía tenga que retroceder ante unos facciosos por órdenes del propio gobierno, que es el encargado de mantener la seguridad y la integridad de los bienes de la ciudadanía, permitiéndoles destrozar lo que encuentran a su paso?
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