Negar lo evidente puede dar resultados en el corto plazo, pero inexorablemente el transcurrir de los días o meses van poniendo las cosas en su lugar, a veces de manera drástica y sin que pueda hacerse mucho o tal vez nada para soslayar las consecuencias.
El gobierno a través de varios de sus funcionarios afirma tajantemente que el país no se halla en una crisis energética, cuando sabemos muy bien que es todo lo contrario. Cuando se suceden tres o más días de bajas temperaturas comienzan a escasear el gas y la electricidad, con apagones que en algunos casos duran varias horas. La respuesta oficial responsabilizando al frío, contradice lo dicho por los mismos funcionarios tiempo atrás.
La aguda falta de gasoil, está afectando principalmente a los productores agropecuarios al no poder realizar en muchos casos las tareas inherentes a sus actividades, al ser éste combustible utilizado por la maquinaria agraria y el transporte de ganado y cereales.
Si la culpa la tiene el frío, estamos ante una grave crisis energética, y de seguir como hasta ahora adoptando simples medidas coyunturales, tenderá a agravarse, responsabilizando la ciudadanía al verdadero culpable, el gobierno.
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